viernes, 30 de enero de 2009

El Judaísmo: Doctrinas Básicas

Doctrinas básicas y fuentes

Considerando su rica y compleja tradición religiosa, el judaísmo nunca ha sido una organización monolítica, aunque sus distintas formas históricas han compartido ciertos rasgos distintivos. La principal característica común es la del monoteísmo radical, es decir, la creencia de que un solo Dios trascendente creó el Universo y que, afortunadamente, continúa gobernándolo. Profundizando en este monoteísmo, se da la convicción teológica de que el mundo es inteligible porque existe una inteligencia divina y fruto de una causalidad intencional que lo sostiene. Nada es en la humanidad fruto de la casualidad; en sentido último, todo tiene un significado. La inteligencia divina se manifiesta a los judíos tanto en su orden natural, a través de la creación, como en su orden histórico-social, a través de la revelación. El mismo Dios que creó el mundo se reveló a los israelitas en el monte Sinaí. El contenido de esta revelación es lo que constituye la Torá (es decir, la ‘ley’), la voluntad de Dios para la humanidad expresada por medio de mandamientos (mitsvot) por los que las personas deberían regir sus vidas en mutua interacción entre ellos y Dios. La humanidad puede transformarse en parte armoniosa del cosmos si vive de acuerdo con las leyes de Dios, y sometiéndose a la voluntad divina.

1. Alianza

El segundo gran concepto del judaísmo es el de la alianza (berit) o pacto entre Dios y los judíos. De acuerdo con la tradición, el Dios de la creación estableció una relación muy especial con el pueblo judío en el Sinaí. Ellos reconocerían en Dios a su único y último rey y legislador, comprometiéndose a obedecer sus leyes. Como recompensa, Dios reconocería a Israel como su pueblo, y estaría especialmente atento a su bienestar. Los autores bíblicos, y más tarde la tradición judía, consideraron esta alianza en un contexto universal. Pero, después de sucesivos fracasos para lograr establecer una alianza con la rebelde humanidad, Dios se centró en un segmento particular de esta. Israel está llamado a ser ‘el reino de los sacerdotes’, y el orden social ideal, que se establecería de acuerdo con las leyes divinas, sería un modelo para la humanidad. Así pues, Israel se encuentra entre Dios y la humanidad, como mediador entre ambos.

La idea de la alianza también determina la manera como se ha considerado tradicionalmente la naturaleza y la historia en el judaísmo. El bienestar económico de Israel se basa en la obediencia que el pueblo debe prestar a los mandamientos de Dios. Tanto los acontecimientos históricos como los naturales que afectan a Israel, son interpretados como algo que procede de Dios, fruto del comportamiento religioso del pueblo de Israel. De esta forma, existiría una conexión causal directa entre el comportamiento humano y su destino. Esta visión acentúa el problema de la teodicea (justicia de Dios) en el judaísmo, porque la experiencia histórica, tanto de los judíos tomados individualmente, como de su pueblo en general, con bastante frecuencia ha sido de sufrimiento. A partir del libro de Job, una buena parte del pensamiento religioso judío se ha preocupado del problema de la aseveración (afirmación) de lo que es la justicia y su significado frente a la injusticia. A medida que fue pasando el tiempo, el problema fue perdiendo importancia. Comenzaron a creer que, durante el juicio final después de la muerte, la virtud y la obediencia serían recompensadas y el pecado castigado, compensando así las injusticias de este mundo. El sufrimiento y la humillación de la dominación extranjera y el exilio forzado de la tierra de Israel que tuvieron que sufrir los judíos, al final de los tiempos también encontraría su recompensa cuando Dios envíe al Mesías (mashiaj, el ungido con aceite de rey), un vástago de la casa real de David, que vendría a redimir a los judíos y a devolverles la soberanía sobre sus tierras. Desde épocas muy tempranas, el mesianismo ha constituido una base significativa en el pensamiento judío. El anhelo por la llegada del Mesías se intensificaba notablemente durante periodos de problemas y calamidades. A la larga, se estableció una conexión entre el mesianismo y el concepto de Torá: cada judío, individualmente, a través del estudio constante y de la observancia de los mandamientos de Dios, podría acelerar la llegada del Mesías. Por eso, todo acto individual tenía resonancias cósmicas.

2. La tradición de los rabinos

A pesar de que las distintas formas del judaísmo están enraizadas en la Biblia hebrea (a la que los judíos llaman Tanak, acrónimo de sus tres partes: Torá, el Pentateuco; Neviím, los Profetas; Ketuvim, los Hagiógrafos), sería un error considerar el judaísmo simplemente como la religión del Antiguo Testamento. En el fondo, el judaísmo contemporáneo deriva del movimiento de los rabinos de los primeros siglos de la era cristiana en Palestina y Babilonia, y por eso se le llama judaísmo rabínico. En arameo y en hebreo, Rabí significa ‘mi maestro’. Los rabinos, sabios judíos que se dedicaban al estudio de las Escrituras y de sus propias tradiciones, sostenían que Dios, en el monte Sinaí, había revelado a Moisés una doble Torá. Además de la Torá escrita (las Escrituras), Dios le habría revelado una Torá oral, fielmente transmitida por medio de palabras, de maestro a discípulo, por una cadena irrompible y que aún hoy existe entre los rabinos. Para ellos, la Torá oral se resumía en la Mishná (aquello que se aprende o memoriza), el documento más antiguo de la literatura rabínica; fue editada en Palestina a finales del siglo III. A raíz de esto, el estudio rabínico de la Mishná en Palestina y en Babilonia generó dos versiones del Talmud (‘lo que se estudia’; en arameo se utilizó el término Guemará, que significa lo mismo), que estudiaban en profundidad los contenidos de la Mishná. El Talmud babilónico, editado aproximadamente en el siglo VI, se transformó en el documento fundacional del judaísmo rabínico.

Los primeros escritos rabínicos incluían comentarios exegéticos y homilías acerca de pasajes de las Escrituras (Midrashim; véase Midras), así como varias traducciones al arameo del Pentateuco, y de otros libros del Antiguo Testamento (los targumim; véase Targum). Los escritos rabínicos medievales incluían codificaciones de la ley talmúdica, de los cuales, la que goza de máxima autoridad es el Shulján Aruj (‘La mesa dispuesta’) del siglo XVI, escrita por José ben Efraín Caro. En el judaísmo, el estudio de la Torá hace referencia al estudio de toda su literatura, no simplemente del Pentateuco (Torá, en un sentido estricto).


Judaísmo: Doctrinas Básicas

Cosiderando su rica y compleja tradición religiosa, el judaísmo nunca ha sido una organización monolítica, aunque sus distintas formas históricas han compartido rasgos rasgos distintivos. La principal características común es la del monoteísmo radical, es decir, que creen en un solo Dios trascendente que creó el universo y que continua gobernandolo.Profundizando en este monoteísmo, se da la convicción teológica de que el mundo es inteligible porque existe una inteligencia divina y fruto de una causalidad intencional que lo sostiene. Nada es en la humanidad fruto de la casualidad; en sentido último, todo tiene un significado. La inteligencia divina se manifiesta a los judíos tanto en su orden natural, a través de la creación, como en su orden histórico-social, a través de la revelación. El mismo Dios que creó el mundo se reveló a los israelitas en el Monte Sinaí. El contenido de esta revelación es lo que constituye la Torá (es decir, la ‘ley’), la voluntad de Dios para la humanidad expresada por medio de mandamientos (mitsvot) por los que las personas deberían regir sus vidas en mutua interacción entre ellos y Dios. La humanidad puede transformarse en parte armoniosa del cosmos si vive de acuerdo con las leyes de Dios, y sometiéndose a la voluntad divina.

martes, 27 de enero de 2009

Introducción al judaísmo

Judaísmo, cultura religiosa de los judíos(conocidos también como el pueblo de Israel). Es una de las religiones más antiguas de la historia.

Los términos judaísmo y religión no existían en el hebreo premoderno. Los judíos hablaban de la Torá: leyes que Dios reveló a Israel, y en las que se ofrecía una visión del mundo y una manera de vivir (la Halajá), la senda que se debía seguir por el mundo: las leyes, costumbres y prácticas judías. Todas las formas históricas del judaísmo premoderno constituían (y aún hoy el judaísmo tradicional lo constituye), un sistema de cultura integral, que abarca la totalidad de la existencia individual y comunitaria de las personas. Es un sistema de santificación en el que todo está sometido a la voluntad expresa de Dios, de acuerdo con modelos divinos revelados sobre el orden cósmico y la legalidad. Judaísmo, Cristianismo e islam, las tres grandes religiones monoteístas, tienen mucho en común. El cristianismo surgió en Palestina dentro de la comunidad judía durante el siglo I d.C.; en un principio, el islam extrajo parte de su ideología del judaísmo. Teniendo en cuenta que desde el siglo VII la mayor parte de los judíos han vivido en un ambiente cultural muy cercano al cristianismo y al islam, estas dos religiones ejercieron una fuerte influencia en la historia del judaísmo.

El judaísmo tuvo su origen en Oriente Próximo con Moisés que lo profetizó. Pero, casi desde sus inicios, las comunidades judías, en muchas ocasiones como resultado de migraciones voluntarias y de exilios o expulsiones forzadas (diáspora), han vivido en casi todos los rincones del mundo. Según el American Jewish Yearbook, en el año 2000 la población total de judíos en el mundo ascendía a 13,2 millones, de los cuales 5,7 millones vivían en Estados Unidos, 4,8 en Israel y más de medio millón en la Unión Soviética; estos son los tres emplazamientos judíos más importantes del mundo. Aproximadamente 1,5 millones de judíos vivían repartidos por Europa, la mayoría de ellos en Francia y Gran Bretaña. Más o menos 300.000 vivían repartidos por el resto de Norteamérica y 600.000 por el resto de Asia. Cerca de 1,1 millones de judíos vivían en América Central y del Sur (200.000 solo en Argentina), y 350.000 en África.

El judaísmo dice que hay un solo Dios transcentente que creó el universo y que sigue governándolo.

martes, 20 de enero de 2009

LAS MEZQUITAS DE ESTAMBUL

LA MEZQUITA DE EYÜP

Esta mezquita fue construida en honor de Eyüp Ensari –el portador del estandarte de Mahoma- y como recinto depositario de sus restos. El pueblo de Eyüp –ahora parte del área metropolitana de Estambul- y en concreto la mezquita son un lugar de peregrinación para los musulmanes.

El edificio actual se construyó en 1800, por orden de Selim III, tras la destrucción de la primera mezquita de Eyúp en un terremoto. El precioso patio interior de la mezquita es un jardín con dos enormes plataneros que crecen sobre una plataforma; era bajo la sombra de estos árboles donde se hacía la envestidura de los sultanes otomanos, con la espada de Osmán. El interior de la mezquita está realizado con preciosos azulejos de Iznik.

La mezquita de Eyüp suele estar rodeada de pequeños niños ataviados con trajes de príncipe celebrando su circuncisión – conocida en árabe como Sünet-. La circuncisión de los niños en el Islam es una ceremonia que simboliza el paso de niño a hombre; sin embargo en la actualidad se suele llevar a cabo el procedimiento quirúrgico al nacer, pero la fiesta no se celebra hasta los 10 o 12 años.

LA MEZQUITA DE FATIH

El patio barroco que rodea a esta enorme mezquita, es la antesala para un precioso despliegue arquitectónico. Tres edificios han sido erigidos aquí y de todos ellos aun se preservan algo. La primera edificación de la zona fue le Iglesia de los Santos Apóstoles, aquí se enterró a casi todos los emperadores bizantinos. Luego Mehmet el Conquistador, mandó construir una mezquita en el lugar, utilizando los restos de la antigua iglesia; pero lamentablemente este edificio fue destruido por un terremoto. Sería Mustafá II, en 1766, quien encargaría el proyecto a Mehmet Tahir Aga, de la mezquita actual.

En el interior se conservan partes de todos los edificios y además el sepulcro de Mehmet el Conquitador.

LA MEZQUITA SULEYMANIYE

Esta es la mezquita más importante de Estambul, y destaca gracias al conjunto de varios edificios, un cementerio, un bazar y hasta un hamman. El gran Simán fue el arquitecto de este precioso conjunto, que hoy le rinde homenaje. También aquí se acogen los restos de Suleyman el Magnífico.

La mezquita se construyó dominando el Cuerno de Oro, sobre el solar del antiguo palacio Eski Saray, entre 1550 y 1557. Como las otras mezquitas imperiales de la ciudad, la mezquita de Suleymaniye no era sólo un lugar de culto sino también una institución de caridad. La mezquita está rodeada de su antiguo hospital, cocina de caridad, facultades de enseñanza o madrazas, una biblioteca, caravasar –hospicio- y casa de baños. Aquí antiguamente se atendía sin importar el culto que profesaran a más de mil indigentes de la ciudad, peregrinos y viajeros.

En el conjunto destacan el interior de la mezquita, con su gran cúpula y sus enormes salas; y la tumba de Solimán.

LA MEZQUITA AZUL

La mezquita de Sultan Ahmet recibe el cariñoso nombre mezquita azul, por los preciosos azulejos de Iznik de color azul que decoran sus paredes. El sultán Ahmet I encargó la construcción en tiempos de la decadencia otomana. La construyó el arquitecto imperial Mehmet Aga, entre 1609 y 1616. Los planos provocaron muchas discusiones, porque se creyó que los seis minaretes de la mezquita intentaban rivalizar con La Meca. Las discusiones se zanjaron cuando el sultán turco propuso financiar la construcción de un nuevo minarete para La Meca.

LA MEZQUITA DE SOLIMAN EL MAGNÍFICO

Fue construida entre 1550 - 1557 por encargo del sultán Solimán, que gobernó entre 1520 - 1566. El proyecto corrió a cargo de Sinan, el más famoso arquitecto otomano. En el periodo del sultanato de Solimán el Magnífico, el imperio se extendió lo máximo y se acercó a la extensión del imperio bizantino en la época brillante del emperador Justiniano. Solamente tuvo oportunidad de construir una mezquita en su nombre a los 30 años de su subida al trono, aunque fuera tarde, mandó construir una de las mezquitas más espectaculares de Estambul.


viernes, 16 de enero de 2009

La Giralda de Sevilla y la Torre del Oro

La giralda de Sevilla

Era la torre alminar de la mezquita. Estaba unida al Alcázar por un lienzo de muralla porque cumplía misiones defensivas, de ahí que tenga rampas en vez de escalones, para poder subir a caballo. Se puede tomar como fecha de inauguración el 10 de marzo de 1198, día en que se colocaron las tres manzanas grandes y doradas en su cúspide y que siguieron coronándola hasta el fatídico 24 de agosto de 1356 en que el terremoto las derribó. Hasta el 13 de agosto de 1568 no tuvo su forma definitiva con la incorporación del cuerpo de campanas y la veleta.
La torre fue coronada con una estatua gigante como veleta. Como la veleta gira, el nombre de la estatua deriva en Giralda (la que gira). La torre toma el nombre de la veleta y ésta se acaba convirtiendo en el Giraldillo (parte de la Giralda). La Torre del Oro de Sevilla es una torre albarrana situada en la margen izquierda del río Guadalquivir, en la ciudad de Sevilla, junto a la plaza de toros de la Real Maestranza. Posiblemente su nombre en árabe era Bury al-dahab, Borg al Azahar o Borg-al-Azajal en referencia a su brillo dorado que se reflejaba sobre el río. Durante las obras de restauración de 2005, se demostró que este brillo, que hasta entonces se atribuía a un revestimiento de azulejos, era debido a una mezcla de mortero cal y paja prensada.

y 1221 Es una torre formada por tres cuerpos, El primer cuerpo, dodecagonal, fue construido entre 1220por orden del gobernador almuhade de Sevilla, Abù l-Ulà. El segundo cuerpo, también dodecagonal, fue mandado construir por Pedro I el cruel en el siglo XIV. El cuerpo superior, cilíndrico y rematado en cúpula, fue construido en 1760 por el ingeniero militar Sebástian Vander Borcht.

Fue declarada monumento histórico-artístico en 1931 y ha sido restaurada varias veces. En la Edad Contemporánea fue restaurada en 1900, entre 1991 y 1992, en 1995 y en 2005. En su conservación ha sido importante la labor de la Armada. En la actualidad (2008) se encuentra en buen estado de conservación y alberga el Museo Naval de Sevilla.
LA ALJAFERÍA DE ZARAGOZA

La Aljafería es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de Al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo (llamado entonces «Qasr al-Surur» o Palacio de la Alegría) refleja el esplendor alcanzado por el reino Taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural.





martes, 13 de enero de 2009

La Alhambra: Palacios Nazaríes

Los Palacios nazaríes son la parte más conocida y visitada de la Alhambra. Lo componen tres palacios, cada uno construido en distinta época. Estos son: el palacio de mexuar, el de comares y el de los Leones.

Palacio Mexuar

Fue el primero en construirse y se utilizó para la administración de justicia y la audiencia pública. Destacan tres estancias bien diferenciadas:

Sala del Mexuar

Ha sido ampliamente modificada durante la época cristiana y fue usada como capilla por los reyes cristianos. Desde las ventanas de la sala se ve el Jardín de Machuca.

Jardín de Machuca

Debe su nombre a que Machuca, arquitecto del Palacio de Carlos V, habitó la torre y otras dependencias presentes en el jardín. El jardín es de traza geométrica y posee una alberca en su centro.

Patio del Mexuar

Al final de la sala del Mexuar se encuentra un patio, con una pequeña fuente en su centro, que lo comunica con el Cuarto Dorado. Éste es una pequeña sala con el techo de madera decarado con motivos árabes. El dorado (con pan de oro) es de época cristiana. Su uso original era el de recepción de embajadores debido a su situación intermedia entre el Palacio del Mexuar y el de Comares.

Palacio de Comares

Patio de los Arrayanes

Atravesando el Patio del Mexuar entramos en el Palacio de Comares. Construido por Yusuf I y destinado a zona de trabajo del rey una vez finalizada la construcción del Palacio de los Leones.

Patio de los Arrayanes

Situado en el centro del palacio y de planta rectangular. Su gran estanque central se convierte en un gran espejo. El nombre del patio se debe a los arrayanes (mirtos) que tiene dispuestos ambos lados del estanque.

Al norte, la Torre de Comares a la que se llega a través de la Sala de la Barca.

Sala de la Barca

Es la antecámara del salón real (Salón de Embajadores). Su techo tiene forma de barca invertida y es posible que de ahí le venga el nombre. También puede deberse a la transcripción de "baraka" (=bendición en árabe) y que se encuentra en la sala.

Salón de Embajadores

Se encuentra dentro de la Torre de Comares y detrás de la Sala de la Barca. En los laterales tiene alcobas y ventanas que estaban cerradas con vidrieras (cumarías en árabe) y que es de donde toma el nombre la torre.

En cada una de esas alcobas estarían los visires del rey (que se pondría en la central) en el momento de las audiencias. Fue en este salón donde Boabdil acordó y firmó con los suyos la rendición de Granada.

Palacio de los LeonesPatio de los Leones

Es auí donde el rey hacía su vida privada y familiar. Se comenzó a construir en 1377 por Muhammad V, hijo de Yusuf I.

Patio de los Leones
Tiene 124 columnas de mármol que rodean todo el patio y que simbolizan un bosque de palmeras. En el centro, la fuente de los Leones. La teoría más convincente es que representa a los 12 leones que sostienen el mar o las 12 tribus de Israel (todos los leones llevan un triángulo equilátero en su frente que representa a las dos tribus elegidas Judá y Leví). La fuente, del siglo XI, es anterior al palacio y estuvo en la casa del visir judío Negrela que la regaló al rey. Otros opinan que los leones representan los signos del zodiaco, los meses del año o las lágrimas de una princesa que, al caer sobre el patio, resurgieron.

viernes, 9 de enero de 2009

La Alhambra de Granada: La Alcazaba

La Alcazaba es, junto con Torres Bermejas, la parte más antigua de la Alhambra. Se piensa que antes de su construcción y la llegada de los musulmanes a Granada existieron diversas edificaciones en la misma zona. La primera noticia que tenemos de la existencia de la Alcazaba granadina data del siglo IX, en el que se supone que fue construida por Sawwar ben Hamdun durante la lucha entre árabes y muladíes.

El conjunto actual se lo debemos a Mohamed I, quien amuralló el anterior castillo, levantó defensas, tres nuevas torres (la Quebrada, la del Homenaje y la de la Vela), con lo que convirtió a la Alcazaba en una auténtica fortaleza, donde el monarca establecería la residencia real, función que conservó en el reinado de su hijo Mohamed II hasta que los palacios fueron terminados. A partir de entonces quedó como fortaleza de índole puramente militar.

Posteriormente, con la llegada de los cristianos, se realizaron grandes reparaciones en la Alcazaba. En diferentes épocas, durante largos periodos de tiempo, se convirtió en prisión del Estado, incluso durante la ocupación francesa.

Al igual que la Alhambra, la Alcazaba estuvo abandonada y descuidada completamente durante mucho tiempo, pero a diferencia de aquella, no fue hasta finales del siglo XIX y comienzos del XX cuando se comenzaron los trabajos de restauración, exploración y